Hola, soy Linda y tengo 56 años.
Comparto mi historia porque estoy muy orgullosa de haber podido bajar 27 kg con bastante facilidad, de 95 kg a 77 kg, ¡tomando un delicioso té adelgazante costarricense a diario!
¡Haz clic aquí para ver la receta del té!
Desde que formé una familia hace 20 años, he luchado con mi peso…
Sabía que tener un hijo me dejaría con algunos kilos de más…
Pero no me di cuenta de lo difícil que sería mantenerse en forma como madre… incluso para una mujer alta como yo…
Me di cuenta hace poco de lo mal que estaba la situación cuando mi médico me dijo que tenía el azúcar demasiado alta y que podría desarrollar diabetes…
Dado mi estilo de vida poco activo, no debería haber sido una gran sorpresa.
La noticia fue una llamada de atención, ya que a mi madre le habían amputado el pie izquierdo tres años antes… y me asustó mucho. Por supuesto.
Y cuando pensé en todos los problemas de salud que podría traer, me aterroricé.
Empecé a hacer pequeños cambios: reduje el tamaño de mis porciones, intenté eliminar los snacks e incluso probé algunos entrenamientos.
Pero cuando llegó la situación mundial actual, me estresé y me preocupé tanto que empecé a comer para consolarme.
Sé que fue lo peor que pude haber hecho, pero en mi cabeza, no dejaba de justificarlo.
Después de todo, ciertas cosas estaban fuera de mi control. Además, ¿qué más podía hacer?
Los gimnasios estaban cerrados y nunca disfruté de entrenar en el parque, ya que todos me miraban fijamente…
Una amiga me contó cómo bajó tres tallas de ropa tomando unas tazas de té costarricense todos los días, ¡pero no le creí!
Pero entonces me encontré con una noticia en mis noticias sobre una mujer un poco mayor que yo que había perdido más de 45 kilos con el mismo té costarricense.
Así que decidí buscar la receta y empezar a tomar unas tazas de té todos los días. ¡Haz clic aquí para ver la receta del té!
Pero para asegurarme, logré una videollamada con mi médico…
Le compartí las especificaciones e ingredientes del té y me dijo que parecía perfecto para probarlo.
¡Y eso fue exactamente lo que hice!
Lo primero que noté fue que me llené de energía y pude controlar mis ganas de comer para saciarme.
De hecho, después de tomar el té por la mañana, ya no tenía hambre.
En las primeras semanas, logré perder casi 5 cm de cintura sin una dieta estricta ni ejercicio.
Recuperar el control sobre mi alimentación y ver que por fin algo funcionaba también me dio una gran inyección de confianza.
Seguí tomando algunas tazas de té al día y decidí empezar a comer más sano.
En lugar de pizza, opté por pollo a la parrilla con verduras, y así sucesivamente…
Me siento de maravilla, además de que poco a poco estoy tonificando mi cuerpo. Perdí un total de 61 libras y bajé de 210 libras a 149 y puedo volver a usar mis jeans ajustados.
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